Fueron aquellas preguntas que nos hicimos al meditar en la decisión de introducir a nuestros hijos en el método Homeschool o Escuela en casa. Una vez que lo decidimos vinieron otras como ¿Cuándo empezar? ¿cómo empezar? ¿qué va pasar?... ´éstas son solo la
superficie de las toneladas de preguntas que nos hacemos al enterarnos de este
método de educación alternativa.
Como con cualquier gran decisión, siempre hay riesgo e inseguridad
al pensar en un cambio radical de pasar de la escolaridad tradicional a escuela
en casa.
Nuestra experiencia es la siguiente, hace 4 años empezamos este
sistema llenos de expectativa e inseguridades pero con una clara convicción de
que podía funcionar y ser mejor que el sistema escolar en el caso de nuestros
hijos. Teníamos amistades que habían usado el método y nos daban buenas
referencias así como los consejos para evitar los contras.
Nuestros motivos para iniciar la aventura "homeschool"
fueron: pasar más tiempo con nuestros hijos, que ellos tengan más tiempo para
hacer otras actividades: deportes, músicas, ¡jugar!, etc; y también cuidarlos
de ambientes sociales llenos de hostilidad e hipersexualidad y con poco control
de parte del adulto responsable.

Como todo sacrificio tiene su recompensa, pasar más tiempo con tus
hijos te permite conocer desde más cerca cómo realmente están. Te permite
formar sus corazones en las conversaciones que entablas con ellos mediante el
compañerismo diario y a su vez te permite ser su mayor influencia. Una escuela
los tiene de 7 a 9 horas diarias y si se quedan por las tardes a talleres
pueden llegar a estar 14 horas de largo.
La pregunta es que lugar queremos que tenga nuestra voz en el
interior de ellos, porque para tener un buen lugar, necesitamos pasar tiempo
dialogando con ellos. El inconveniente es que los horarios actuales de colegio
y trabajo no permiten que estos puentes se den. Y los años pasan y el tiempo no
vuelve, a veces es mejor conformarse con menos lujos materiales y más tiempo
juntos porque genera recuerdos y lecciones imborrables.
Ser padres, es sacrificio. Hacer homeschool es doble sacrificio,
pero también creo que es doble recompensa. Nuestra experiencia fue con
resultados claros delante de nuestros ojos. Nuestros lazos familiares mejoraron
y por tanto la salud emocional de tanto nosotros como padres y la de nuestra
hijos reverdeció. Fue la mejor terapia familiar, hacer la vida juntos.
Pero tal como decía anteriormente, no todo es color de rosa, hay
mucho de lo que privarse. Hay que desarrollar (y si que cuesta) disciplina
personal, paciencia, paciencia y más paciencia. Pues como todo niño, quieren
vivir en el relajo y hay que ser firme en formar en ellos disciplina personal
(desde nuestro ejemplo sobretodo). Por eso creo que para nosotros fue
beneficioso en todo sentido. Mejoramos nuestra disciplina personal y la de
ellos fue formada.
En mi siguiente entrada daré información sobre las opciones de
homeschool que puedes usar.
Gracias por leer, si tienes preguntas, puedes hacerlas en los
comentarios. :)
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